Hablando de reciprocidad

Pasaporte Turquia

A menudo en Europa, en el debate político así como también en las charlas cotidianas entre las personas, se tiende a hablar de la palabra “reciprocidád” cuando se tocan asuntos como la inmigración o la religión. Existe el discurso de que no es justo dejar construir mezquitas en occidente porque “los musulmanes no nos permiten de construir iglesias en sus países”.

Turquía es un país donde el 99% de la población es musulmana, y a pesar de esto, solo en la ciudad de Estambul hay más de 100 iglesias, siendo, 60 griegas, 30 armenias, 15 protestantes y 10 católicas. En multitud de grandes ciudades europeas, en cambio, el número de mezquitas es de cero, y no parece que vaya a cambiar demasiado. Pero no queremos hablar de religión en este artículo.

Lo que nos interesa en este caso es otro tipo de reciprocidad, y tiene que ver con la libertad de movimiento de las personas. Muchas veces, en nuestro blog, nos piden información sobre los documentos necesarios para entrar en Turquía, si basta con el documento de identidad o si surgen problemas cuando el documento de identidad haya sido renovado.

Queremos ofrecer dos ejemplos sobre este asunto.

Yo, chico español, quiero ir a Turquía para visitar Özge, mi novia turca:

Puedo decidir hoy mismo comprar un boleto para el avión de mañana, y en el aeropuerto de Estambul solo voy a tener que enseñar mi documento de identidad sin necesidad ni del pasaporte, ni de visado: solo tengo que bajar del avión, recoger mis maletas e irme a casa de mi novia, con la posibilidad de quedarme 90 días sin problemas.

Emre, chico turco, quiere ir a España para visitar a Claudia, su novia española:

Antes que nada necesita el pasaporte, que cuesta más de 100 euros. Después tiene que sacar un visado para entrar en España, pidiendo cita al consulado español para presentar los muchos documentos necesarios. Si no tiene tiempo para ir personalmente al consulado puede contactar una agencia que se ocupa de estas prácticas, claramente, pagando unos 30 euros más. La aplicación para pedir el visado cuesta 75 euros, pero sacarlo, para un estudiante como Emre, puede resultar muy difícil si no imposible por las siguientes razones. Antes de todo tiene que enseñar el boleto de ida y de regreso, osea comprarlo ya con el necesario anticipo, después necesita tener un seguro, enseñar la reserva para el hotel donde se va a quedar en el periodo del viaje, y enseñar la declaración de su cuenta bancaria, sellada y firmada por un responsable del banco. Pero Emre solo quería ir a casa de su novia por unos 10 días, no a un hotel, y además está todavía cursando un máster en la universidad, en consecuencia no tiene un sueldo fijo, por tanto ¿qué puede hacer? En este caso Emre tiene que enseñar una carta oficial de invitación compilada por su novia (mejor si lo hace el padre de su novia, para que no haya dudas). Ya esto es bastante humillante, pero hay que saber que la carta no es suficiente, el ciudadano turco también necesita demostrar tener el dinero para el periodo de la estancia en España: según los parámetros del gobierno español se trata de un mínimo de 90 euros al día, y si Emre no logra demostrar tener esta cantidad de dinero entonces será necesario mostrar los datos de la cuenta bancaria de quien lo ha invitado. Después de todos estos esfuerzos y gastos, es posible que las autoridades españolas pidan otros documentos para averiguar más, y de todos modos es muy probable que la solicitud de visado sea rechazada por una razón cualquiera.Y claramente el dinero gastado hasta ese momento no se devuelve, como el boleto de avión que ya se puede tirar a la basura.

¿Parece que haya una condición de reciprocidad?

En los últimos meses nos hemos encontrado con muchos turistas europeos que no sabían nada de esta situación y se sorprendían. Por esta razón queremos que los turistas europeos que vienen a Estambul con tanta facilidad, sepan lo difícil que es para un ciudadano turco organizar un viaje a Europa. El ejemplo que contamos se refiere a un estudiante, pero sirve para cualquier categoría de persona, incluidos trabajadores y empresarios, la normativa se puede leer aquí.

Turquía es un país de 80 millones de habitantes, y muchos de ellos tienen dinero; además Europa siempre ha tenido una atracción particular para los turcos, y por lo tanto hay muchísimas personas que quisieran hacer un viaje a Europa para disfrutar de su belleza. Pero la mayoría de las personas renuncian ante todas estas trabas burocráticas.

Muchos jóvenes europeos a los 18 años tienen la posibilidad de partir con su mochila viajando con poco dinero por toda Europa, Turquía incluida, pasando de un país a otro sin tener que preguntar nada a nadie, quedándose donde quieren, visitando amigos sin la necesidad de programar nada. Esta libertad está negada a cualquier turco.

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